Gustavo Adolfo Bécquer |
De Rimas y Leyendas:
"Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer:
cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?"
Rima XXXVIII
"Como un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo;
¿a qué fingir el labio
risas que se desmienten en los ojos?
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves: yo soy un hombre...¡y también lloro!
Rima XLIV
Bécquer en nuestras entanterías |
"Teobaldo vino al mundo. Su madre murió al darlo a luz; su padre pereció algunos años después en una emboscada, peleando como bueno contra los enemigos de Dios.
Desde este punto, la juventud del primogénito de Fortcastell sólo puede compararse a un huracán. Por donde pasaba se veía señalando su camino un rastro de lágrimas y de sangre. Ahorcaba a sus pecheros, se batía con sus iguales, perseguía a las doncellas, daba de palos a los monjes y en sus blasfemias y juramentos, ni dejaba santo en paz ni cosa sagrada de que no maldijese".
Fragmento de la leyenda Creed en Dios.
"-Pulo- exclama a los pocos instantes la hermosa-, ¿es verdad que existe un árbol cuya sombra agita la sangre en las venas y enciende el amor?
-Si.
-¿Lo conoces?
-Lo conozco, aún cuando ignoro su nombre. Mas...¿por qué me haces esa pregunta tan extraña?
-No sé...la sombra de este bosque me hace mal... Prosigamos nuestra jornada.
-¡Proseguir, cuando el sol abrasa las arenas! Esperemos a que la brisa de la tarde se levante del golfo y la luz comience a palidecer.
-Esperemos -murmura Siannah-; pero, entre tanto, aparta tus ojos de los míos, vuélvelos al cielo o duerme; mas no me los claves en el alma".
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