Compartimos un nuevo relato. Esta vez de Roque Rubiales. De la maravillosa Sevilla él debe de ser...
TODOS LOS SÁBADOS
No tengas
miedo; pues el miedo es no saber lo que pasará, o desconocer algo. Yo
tampoco se qué nos deparara la vida; pero sí se, que lo que me resta
de ella, la quiero pasar contigo.
Desnuda en
la cama.
No hables,
sigue así, medio dormida, conservando en tu cuerpo los placeres de
la noche; tus mejillas aún sonrojadas, tus ojos llenos de brillo,
tus labios, mojados por la pasión; tu cuerpo, aún en llamas; tu
pelo alborotado, anárquico testigo del delito de amarnos.
Las sábanas
que anoche nos revestían, andan por ahí desayunando.
Yo, de lado,
y con el codo apoyado en el lecho, la palma de la mano en la cabeza,
no me canso de mirarte. Entreabres los labios, buscando aire,
convirtiendo ese nimio acto en el más erótico de los momentos.