Hoy miércoles retrocedemos algunos siglos, concretamente hasta el siglo XVII para recordar a Pedro Calderón de la Barca. La mención de su nombre, a muchos nos hace retroceder hasta los años del instituto y a las clases de Literatura, cuando conocimos al que fue uno de los más destacados literatos del Siglo de Oro, especialmente con su teatro.
Calderón de la Barca |
Pedro Calderón de la Barca nació con el comienzo del siglo, un 17 de enero de 1600, en Madrid. Su educación se fraguó en un colegio jesuita y, posteriormente, estudiaría en las universidades de Salamanca y Alcalá. El año de 1623 contempla su nacimiento como dramaturgo, con su primera comedia titulada "Amor, honor y poder". Durante esos años, además de a su producción literaria, se dedicó a viajar por Italia y Flandes. El final de la década de los años treinta nos muestra al Calderón soldado, distinguiéndose en el sitio de Fuenterrabía (1638) y en Cataluña en 1640. En 1651 es ordenado sacerdote y en 1663 el rey lo designó capellán de honor.
Su legado literario es muy extenso, Calderón nos dejó más de cien comedias y unos ochenta autos sacramentales, entremeses, loas y otras obras menores. Su obra bebe, como la de muchos de sus contemporáneos, de la influencia de Lope de Vega, pero el trabajo de Calderón, ya en pleno Barroco, alcanzó si cabe un mayor grado de perfección técnica, un estilo más sobrio.
El alcalde de Zalamea y La vida es sueño, dos de las obras de Calderón que más han trascendido |
Destacamos las notas que sobre Calderón dijo José María Valverde, catedrático de la Universidad de Barcelona:
<<Calderón puede ser el máximo virtuoso del formalismo teatral en su época porque está compenetrado con la gravedad reflexiva del espíritu de su tiempo, como tardío miembro de la Contrarreforma, en la fase ya fatigada y desalentada que se centra en la Paz de Westfalia (1645). Calderón, como todo el Barroco, es a la vez el final fracasado de la gran esperanza renacentista y el comienzo de otra navegación del espíritu europeo, el racionalismo>>.
Te dejamos con unos pequeños fragmentos de algunas de sus obras:
ASTOLFO. ¿Pues qué es esto,
príncipe generoso?
¿Así se mancha acero tan brioso
en una sangre helada?
Vuelva a la vaina tu lúcida espada.
SEGISMUNDO. En viéndola teñida
en esa infame sangre.
ASTOLFO. Ya su vida
tomó a mis pies sagrado,
y de algo ha de servirme haber llegado.
SEGISMUNDO. Sírvate de morir; pues de esta suerte
también sabré vengarme con tu muerte
de aquel pasado enojo.
ASTOLFO. Yo defiendo
mi vida; así la majestad no ofendo.
Sacan las espadas, y sale el Rey Basilio, y Estrella.
Escena IX de "La vida es sueño"
DON ÁLVARO Señor sargento, ¿ha guardado
las boletas para mi,
que me tocan?
SARGENTO Señor, si.
DON ÁLVARO Y ¿dónde estoy alojado?
SARGENTO En la casa de un villano,
que el hombre más rico es
del lugar, de quien después
he oído, que es el más vano
hombre del mundo, y que tiene
más pompa y más presunción,
que un infante de León.
DON ÁLVARO Bien a un villano conviene
rico aquesa vanidad.
SARGENTO Dicen, que ésta es la mejor
casa del lugar, señor;
y si va a decir verdad,
yo la escogí para ti,
no tanto porque lo sea,
como porque en Zalamea
no hay tan bella mujer...
DON ÁLVARO Di.
SARGENTO Como una hija suya.
Fragmento de "El alcalde de Zalamea"
¡Esperamos que te hayan gustado estos pequeños fragmentos que hemos seleccionado!
Y hoy también queremos enviar muchos ánimos a Mari Carmen y desearle una pronta recuperación.
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