Miguel Ávalos |
¿Nos hablas de ti?
Artista visual. Creativo. Innovador educativo. Por afición: fotógrafo emergente o aprendiz constante de la poesía visual; editor audiovisual autodidacta sin casi contaminación alguna debido al poco cine que ví; me crié rodeado del aroma de la tinta, el offset y el papel químico. En estas disciplinas trato de crecer en la consecución de sueños y expectativas propias que considero de cierta complicación y que me sirven de diversión y, a su vez, de superación personal.
Elegí el número 14 del Club Deportivo Tenerife como seudónimo puesto que fui a la isla a ver jugar al fútbol a mi buen amigo Carlos Ruiz, central del equipo tinerfeño. Él me dejó su coche para subir al Teide y fotografiar.
¿Por qué decidiste sacar esa fotografía?
A Tenerife sólo acudí con una cámara recién modificada con sensor IR 720 nm y mi visita fotográfica la empleé para experimentar con la fotografía infrarroja. Los paisajes del parque natural son únicos. Ver el mar de nubes y una carretera curvilínea hacia El Teide desde el espejo retrovisor te hace pensar en parar y anclar el trípode en esa "Autopista hacia el cielo".
¿Qué representa el Teide para ti?
Las montañas son únicas. Subir a ellas en solitario es respirar, dialogar con ellas y encontrarse a uno mismo. Visité muchas pero El Teide es especial: imponente y majestuoso.
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