Para hoy miércoles hemos querido recordar la figura del escritor Charles Bukowski (Andernach, Alemania 1920 - Los Ángeles 1994), les proponemos los siguientes fragmentos de su obra:
"La droguería de la esquina no quedaba lejos. Había una vieja y un viejo detrás del mostrador. Se acercó la vieja.
- No -dije-, quiero hablar con él.
- Oh -dijo ella.
El viejo se acercó. Era el droguero. Parecía muy pulcro.
- Soy víctima de una plaga -le dije.
- ¿Qué?
- Verá. ¿Tiene algo para las...
- ¿Para qué?
- ¿Tiene algo para las ladillas?
El viejo me miró con disgusto.
- Espere aquí -dijo.
Sacó algo del final del mostrador después de rebuscar por debajo. Volvió y manteniéndose lo más alejado posible me entregó una cajita de cartón verde y negra. La acepté con humildad. Le entregué un billete de 5 dólares. Me devolvió el cambio estirando el brazo lo más posible. La vieja se había retirado por un rincón de la droguería. Me sentía como un leproso.
- Espere -le dije al viejo.
- ¿Qué ocurre ahora?
- Quiero unos condones".
Fragmento de Factotum.
Bukowski, éxito y fracaso. |
225 días bajo la hierba
y sabes más que yo.
Hace mucho que te has quedado sin sangre,
eres leña seca en una cesta.
¿Es así como son las cosas?
En esta habitación
las horas del amor
aún hacen sombras.
Cuando te fuiste
te llevaste casi
todo.
Me arrodillo por las noches
ante tigres
que no me dejan tranquilo.
Lo que fuiste
no se repetirá.
Los tigres me han encontrado
y no me importa.
Para Jane
Algunas de sus obras en El Libro en Blanco. |
No es frecuente verlos
porque donde hay multitud
no están
ellos.
Esos tipos raros no son
muchos,
pero de ellos
provienen
los pocos
cuadros buenos
las pocas
sinfonías buenas
los pocos
libros buenos
y otras obras.
Y de los
mejores tipos
raros
tal vez
nada.
Ellos son
sus propios
cuadros
sus propios
libros
su propia
música
su propia
obra.
A veces me parece
verlos;
por ejemplo
cierto
viejo
sentado en
cierto banco
de un cierto
modo
o
un rostro fugaz
en un automóvil
que pasa
en dirección
contraria
o
cierto movimiento
de manos
del chico o la chica
del supermercado
mientras meten
la compra
en las bolsas.
A veces
es incluso alguien
con el que has
estado viviendo
un
tiempo:
notas
una
mirada
de rápida iluminación
que nunca
le habías visto
antes.
A veces´
sólo notarás
su
existencia
repentinamente
en un
vívido
recuerdo
algunos meses
algunos años
después de que se hayan
ido.
Recuerdo
a uno:
tenía unos
20 años
iba borracho a
las 10 de la mañana
se miraba en
un espejo
resquebrajado
de Nueva Orleans.
Un rostro soñador
contra los
muros
del mundo.
¿Qué
ha sido
de mí?
Los más raros.
Los hospitales y las cárceles
es lo peor.
Los manicomios
es lo peor.
Los áticos
es lo peor.
Los hoteluchos ruidosos
es lo peor.
Los recitales de poesía
los conciertos de rock
a beneficio de minusválidos
es lo peor.
Los funerales
las bodas
es lo peor.
Los desfiles
las pistas de patinaje
las orgías sexuales
es lo peor.
La medianoche
las 3 de la madrugada
las 5.45 de la tarde
es lo peor.
Crear el cielo
los pelotones de ejecución
eso es lo mejor.
Pensar en La India
mirar los puestos de palomitas
ver al toro coger al matador
eso es lo mejor.
Las bombillas en cajas
un viejo perro escarbando
los cacahuetes en una bolsa de papel
eso es lo mejor.
Pulverizar cucarachas
un par de calcetines limpios
el valor natural que vence al talento natural
eso es lo mejor.
De pie frente a los pelotones de ejecución
echar migas a las gaviotas
cortar tomate en rodajas
eso es lo mejor.
Alfombras con quemaduras de cigarrillos
grietas en las aceras
camareras todavía sensatas
eso es lo mejor.
Mis manos muertas
mi corazón muerto
silencio
adagio de rocas
el mundo en llamas
eso es lo mejor
para mí.
Lo mejor y lo peor
Esperamos que hayan disfrutado con los fragmentos que hemos seleccionado.
¡Hasta el miércoles que viene con otro protagonista!
No hay comentarios:
Publicar un comentario