jueves, 17 de diciembre de 2015

Recordando Christopher Moore

Ayer miércoles no llegamos a tiempo a nuestra cita con el escritor de la semana, lo hacemos hoy jueves y a ultimísima hora, eso sí, hemos decidido dar un giro hacia el humor -que en ocasiones el recurso al humor es pura supervivencia- y para ello nos hemos acercado a la figura de Christopher Moore, nacido en 1953 en Toledo (en el de Ohio, EEUU).  Se graduó en Antropología en la universidad de Ohio y, tras desempeñar varios trabajos, en 1992 publicó su primera novela: "Practical Demonkeeping". Pronto se hará un hueco entre los maestros de la sátira contemporánea. Su estilo, de un humor ácido y absurdo, ha sido comparado con escritores de la talla de Jonathan Swift o Kurt Vonnegut. En cualquier caso, un adjetivo que creemos acertado para describir sus libros es el de"hilarantes".
En El Libro en Blanco encontrarás una gran variedad de títulos de este autor al precio especial de 5€.

Recordamos ahora algunos pequeños fragmentos de sus obras:

Luego leyó un libro titulado El último adiós acerca de cómo suicidarse con una bolsa de plástico, pero no debía de ser un libro muy efectivo, porque vio en la contraportada que había dos secuelas. Se imaginó la carta de un admirador:
Estimado autor de El último adiós:
Estaba medio muerto, pero se me llenó la bolsa de vaho y no podía ver la tele, así que le hice un agujero para el ojo. Espero intentarlo otra vez con su próximo libro.

El libro no le sirvió de gran cosa, excepto para inspirarle una nueva paranoia en lo tocante a las bolsa de plástico.
   Durante los siguientes meses leyó El libro egipcio de los muertos (del que aprendió cómo sacar un cerebro por la nariz con un abotonador, cosa que sin duda le vendría de perilla algún día) y una docena de libros sobre el dolor, sobre cómo encarar la muerte, sobre los rituales de enterramiento y sobre los mitos del Inframundo, libros de los que aprendió que las personificaciones de la Muerte existían desde el albor de los tiempos y que ninguna de ellas se parecía a él. Leyó también el Libro tibetano de los muertos, por el que supo que el bardo, la transición entre esta vida y la siguiente, duraba cuarenta y nueve días y que en su transcurso uno podía encontrarse con treinta mil demonios que, pese a aparecer descritos con escabroso detalle, no se parecían a las arpías del alcantarillado y a los que había que ignorar y no tener miedo porque no eran reales, dado que pertenecían al mundo material.
Diferentes obras de Christopher Moore
Fragmento de "Un trabajo muy sucio"

- Ahora puedes ver en la oscuridad -dijo Jody alegremente-. ¿Quieres probar? Voy a desnudarme. Puedes mirarme en la oscuridad. Desnuda. Te gustará.
- Jody, estoy muerto de hambre.
Ella no podía creer que no respondiera a la persuasión de su desnudez. ¿Qué clase de monstruo había creado?
- Esta bien, voy a buscarte un bicho o algo así.
- ¿Un bicho? ¿Un bicho?, no pienso comerme un bicho.
- Te he dicho que tendríamos que hacer algunos ajustes.
Tommy ya había tenido que hacer bastantes ajustes desde que había llegado al Oeste procedente de su pueblo, Incontinence, en Indiana; y el menor de ellos no había sido echarse una novia que, aunque lista, sexy y ocurrente, se bebía su sangre y se quedaba inconsciente en el momento exacto en que salía el sol.

Fragmento de "¡Chúpate esa!"


PD: Muchos ánimos y te deseamos una pronta recuperación, Sara.

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