La cita literaria de este viernes la tomamos nada menos que de Goethe, escritor universal y posiblemente máximo exponente del romanticismo alemán, que nos ha dejado estas palabras, divertidas e irónicas:
<<Ciertos libros parecen haber sido escritos no para aprender de ellos, sino para que se reconozca que su autor sabía algo>>.
Johann Wolfgang von Goethe nació en Fráncfort del Meno un 28 de agosto de 1749. Extremadamente inteligente, era también una persona de gran curiosidad, lo que implicó que se aventurase en distintas ramas del saber, como la química, la geología, el derecho o la medicina.
Fue uno de los fundadores del movimiento Sturm und Drang (Tormenta e Ímpetu), junto a personalidades como Hamann y Herder, un movimiento que se oponía al racionalismo y a las reglas del estilo neoclásico. El Sturm und Drang no abarcó sólo a la literatura, si no que se extendió a todas la artes y fue el precursor del romanticismo.
Retrato de Goethe, 1828. |
La obra más conocida de Goethe es, posiblemente, "Las penas del joven Werther", novela epistolar en parte autobiográfica que fue publicada en 1774, pero otros muchos títulos jalonan su trayectoria literaria, entre los que destacamos: "Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister", publicada entre 1795 y 1796 y que nos presenta a un héroe bien distinto al joven Werther, desesperado y empujado al suicidio, en este caso Wilhlem busca la auto-realización, tratando de escapar de lo que considera la vida vacía de un hombre de negocios burgués; "Fausto", una obra dialogada escrita en dos partes, entre 1807 y 1832; y "Viaje a Italia", su gran obra autobiográfica fruto de su prolongada estancia en aquél país y que fue publicada en 1816.
Cartel de una representación teatral de Werther, Teatro Nacional de la Ópera de París. |
Johann Wolfgang von Goethe falleció en Weimar el 22 de marzo de 1832.
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