En la sección de efemérides literarias tenemos hoy muchas alternativas, así que vamos recordar algunas, como Antonio Machado, Aldous Huxley, George Bernard Shaw y Ana María Matute.
Antonio Machado, el más joven representante de la Generación del 98, vino al mundo tal día como hoy, un 26 de julio de 1875. Natural de Sevilla, cursó sus estudios en Madrid en la ILE (Institución Libre de Enseñanza), a dónde se había trasladado junto con su familia cuando tenía ocho años. Completa su formación en los Institutos de San Isidro y Cardenal Cisneros.
En Madrid se introducirá en los círculos literarios y teatrales y realizará diversos viajes a París que completarán su formación y le reportarán inspiración. Toda su obra se verá fuertemente influenciada por sus experiencias personales y sus vivencias en los lugares donde residió (Sevilla, Madrid, París, Soria, Baeza y Segovia).
De entre las obras de Machado, merecen muy especial mención las siguientes: "Soledades. Galerías. Otros Poemas"(1907); "Campos de Castilla" (1912); "La Lola se va a los puertos" (1929) y "Juan de Mairena" (1936).
En 1927 ingresó en la Real Academia. Con el estallido de la Guerra Civil se traslada a Valencia, donde permanece hasta abril de 1938, marchando luego hasta Barcelona y, finalmente, pasando a Francia, donde fallecería el 22 de febrero de 1939.
También un 26 de julio, en este caso de 1894, nació Aldous Huxley, en la localidad de Godalming, en el sur de Inglaterra. Creció en el seno de una familia intelectual, lo que posibilitó que el joven Aldous disfrutase de el privilegio de una buena educación, en las prestigiosas Eton y Oxford.
Publica su primer libro en 1916, una colección de poemas titulada "The Burning Wheel", al que seguirán tres volúmenes más entre 1917 y 1920. También en 1920 publica su primer cuento, titulado "Limbo" y, tan solo un año después su primera novela; "Los escándalos de Crome", con la que comenzó a labrarse una sólida reputación como escritor. En "Los escándalos de Crome" podemos encontrar una crítica mordaz hacia la alta sociedad inglesa de la época, encarnada por Henry y Priscilla Wimbush.
A mediados de los años veinte publica una de sus novelas más importantes, "Contrapunto", una obra muy singular, contrapunto de las ideas, los deseos y las emociones de la sociedad de la época.
En 1932 escribe otra de sus grandes obras, tal vez la más leída, hablamos de "Un mundo feliz". Posiblemente sea una de las más lúcidas distopías del siglo XX. En ocasiones se ha interpretado como una precoz advertencia de los totalitarismos que asolarían Europa, aunque se puede ir más allá y leer en ella acertadas consideraciones sobre la ingeniería genética, la biotecnología o la manipulación propagandística. Pasados treinta años de la publicación de "Un mundo feliz", Huxley llevó a cabo una revisión de la obra que se materializó en "Nueva visita a un mundo feliz", en la que vuelve a analizar los temas principales de su novela.
La tercera obra de Huxley que no debemos perdernos es "La isla", publicada en 1962, una obra que muestra los temas que interesan al escritor británico tras la Segunda Guerra Mundial, como la superpoblación o la ecología. En "La isla" también podremos encontrar muchos elementos comunes a "Un mundo feliz".
A mediados de los años veinte publica una de sus novelas más importantes, "Contrapunto", una obra muy singular, contrapunto de las ideas, los deseos y las emociones de la sociedad de la época.
En 1932 escribe otra de sus grandes obras, tal vez la más leída, hablamos de "Un mundo feliz". Posiblemente sea una de las más lúcidas distopías del siglo XX. En ocasiones se ha interpretado como una precoz advertencia de los totalitarismos que asolarían Europa, aunque se puede ir más allá y leer en ella acertadas consideraciones sobre la ingeniería genética, la biotecnología o la manipulación propagandística. Pasados treinta años de la publicación de "Un mundo feliz", Huxley llevó a cabo una revisión de la obra que se materializó en "Nueva visita a un mundo feliz", en la que vuelve a analizar los temas principales de su novela.
La tercera obra de Huxley que no debemos perdernos es "La isla", publicada en 1962, una obra que muestra los temas que interesan al escritor británico tras la Segunda Guerra Mundial, como la superpoblación o la ecología. En "La isla" también podremos encontrar muchos elementos comunes a "Un mundo feliz".
Tenemos que retroceder unos años, hasta otro 26 de julio, en este caso de 1856, para contemplar el nacimiento de George Bernard Shaw, en Dublín, en el seno de una familia de clase media baja y con un padre alcohólico. En 1876 dejó su Irlanda natal y se instaló en Londres, donde lograría labrarse un porvenir como escritor en muy poco tiempo, puesto que a mediados de la década siguiente era ya una figura respetada y admirada.
De entre su amplia obra, destacan "Hombre y superhombre", publicada en 1902 y que escribió como una reinterpretación del mito del Don Juan; "Pigmalión", publicada en 1913 y basada en el relato de Ovidio y que constituye un didáctico estudio del lenguaje o "Santa Juana", obra de teatro publicada en 1923 que recrea la vida de Juana de Arco.
En 1925 Bernard Shaw obtuvo el Premio Nobel de Literatura.
Sus opiniones políticas le granjearon algunos enemigos y no siempre fueron populares, puesto que manifestó, por ejemplo, que durante la Primera Guerra Mundial ambos bandos fueron culpables; o expresar cierta simpatía hacia los totalitarismos de izquierda y de derecha.
Y, por último, ya el pleno siglo XX, el 26 de julio de 1925 la ciudad de Barcelona contempló el nacimiento de Ana María Matute, posiblemente una de las más destacadas novelistas de la posguerra.
Nacida en el seno de una familia burguesa catalana, de niña se trasladó a un pequeño pueblo de La Rioja, Mansilla de La Sierra, donde vivían sus abuelos, para tratarse de una enfermedad. Su estancia en el pueblo y el contacto con sus gentes la influenció profundamente, pero el acontecimiento más determinante durante su existencia fue el estallido de la Guerra Civil. En 1936 Ana María Matute tenía once años y fue testigo del horror de la guerra y de la posguerra: el odio, el hambre, el miedo, la violencia, serán aspectos que se plasmarán posteriormente en su obra narrativa.
De su amplia obra destacamos: "Los hijos muertos", de 1958, "Los soldados lloran de noche", de 1964, "Solo un pié descalzo" (1983) y, muy especialmente, "Olvidado rey Gudú", un relato fantástico de ambientación medieval.
En 2010 obtuvo el Premio Cervantes y, desde 1996 hasta su fallecimiento en 2014 fue miembro de la Real Academia.
Y en clave histórica, tal día como hoy, un 26 de julio del año 920, tuvo lugar la batalla de Valdejunquera, entre las tropas musulmanas de Abderramán III y un ejército cristiano compuesto por las fuerzas conjuntas de los reyes Ordoño II de León y Sancho Garcés I de Pamplona. Las tropas musulmanas salieron de Córdoba para realizar una expedición de castigo por tierras cristianas, a causa de la victoria de éstos en Castromoros. El enfrentamiento tuvo lugar en las proximidades de Pamplona y supuso una victoria total para las tropas de Abderramán III, que se mantuvieron hasta finales de agosto devastando la zona, antes de regresar a Córdoba.
Sancho Garcés I, rey de Pamplona entre el 905 y el 925. |
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