Tal día como hoy, un 19 de enero de 1809, nació en la ciudad de Baltimore uno de los escritores más enigmáticos de todos los tiempos: Edgar Allan Poe, el "maestro de lo extraño".
Poe y la figura de un cuervo, unidos para la posteridad. |
Hoy en día, hablar de Poe es hacerlo de un icono, un maestro de lo extraño y uno de los escritores estadounidenses más importantes del Romaticismo. Cada día más lectores lo descubren y, quienes ya lo conocen, se animan a redescubrirlo. Sus historias suscitan una atracción irresistible, en ellas encontramos cuervos que hablan, espíritus de personas muertas y personas vivas que parecen muertas. Oscuridad y sombras, ruinas y destrucción, nostalgia, amor y desesperación.
Sin duda alguna, el principal personaje que inspiró toda su obra fue él mismo. Animamos a los lectores a acercarse a la vida de Poe, a que lean alguna de las fantásticas biografías y, de entre ellas, muy especialmente la que escribió Peter Ackroyd: "Poe. Una vida truncada".
Poe escribió sobre si mismo: <<Mi vida ha sido capricho, impulso, pasión, anhelo de soledad, mofa de las cosas de este mundo>>. Sin duda, la existencia del gran escritor fue sobrecogedora, intensa y dramática.
Diversas maneras de acercarse a la obra del genial autor. |
Compartimos contigo el siguiente fragmento de "Poe. Una vida truncada", el citado ensayo de Peter Ackroyd, que comienza su libro por el final, por la enigmática muerte del escritor:
El médico residente John Moran manifestó después que Poe permaneció <<sin darse cuenta de su estado>> hasta las primeras horas del día siguiente. A un recién estupor le sucedió entonces un <<temblor de los miembros>>, así como un delirio con <<incesante e inane conversación con objetos espectrales e imaginarios en las paredes>>. Hasta dos días después de su ingreso en el hospital, el 5 de octubre, viernes, no recuperó la calma. Empezó a hablar, aunque de manera incoherente. Le contó al médico que tenía una esposa en Richmond, lo que no era cierto, y que no sabía cuándo se había marchado de dicha ciudad. El médico trató de tranquilizarlo, asegurándole que pronto volvería con sus amigos, pero Poe empezó a reprocharse a si mismo su degradación, llegando a decir que lo mejor que podía hacer un amigo por él era volarle los sesos. A continuación se quedó dormido.
El 7 de octubre de 1849 fallecía Edgar Allan Poe, dejaba para la posteridad un fantástico legado.
Magnífico Poe!
ResponderEliminarGenial escritor, que padeció una vida terrible.
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